Un ser que cuida las aguas aparece repentinamente en las orillas develando profundos secretos de la vida pasada y actual en las profundidades. El o la Yumpal suele secuestrar personas que se acercan a las orillas, las encanta con sus sonidos y se las lleva a
Yumpalwe, donde se convierten en Yumpal a su vez… En lado B Yumpal sale con la luna llena. Relevando sus aguas sólo encuentra impotencia y dolor. Ha perdido fuerzas en el último ciclo vital generando una migración equívoca de residuos, y la humanidad lo sabe.

Esta performance es anfibia ya que se puede ver desde tierra o debajo del agua. Y es sustentable porque que se basa en el relato mapuche de Sumpall, ngen, espíritu o fuerza que cuida las aguas de mares, ríos y lagos.
En modalidad ritual el personaje suele convertirse en avatar de la performer, quien no representa como en el teatro, sino presenta esta acción/ritual en un escenario diferente cada vez. Se muestra como ser humano tanto como animal, en conexión con su entorno natural, márgenes de espejos acuáticos con diferentes o ningún grado de contaminación.

«Los relatos nos llegan a través de ancianxs de la comunidad mapuche. Ellxs dicen que cada cosa tiene su origen y que cada vez que vas a un lugar habrás de hacer tu pentukun, una especie de presentación ancestral a modo de permiso. Así cuando vas al mar o al río tendrás que pedir ese permiso a Sumpall quien de ese modo sabrá quién sos». Agradecemos al abuelo Casimiro de la Escuela Cerro Radal y a Julio Catrimilla, lamgien de la zona.